Cinco mil años de "Mistura"
Fui a la feria de Mistura para escuchar una conversa promovida por Isabel Álvarez -del Señorío de Sulco- acerca de las picanterías y chicherías como el origen de los restaurantes gourmets que hoy tenemos por el mundo, como negocios promovidos por las mujeres pobres en sus casas y como espacios culturales de aprovechamiento de nuestros conocimientos ancestrales acerca de nuestra agrobiodiversidad, de la creación culinaria, la música y las danzas regionales y la vida social y del mestizaje de nuestros pueblos.
Un piurano como yo puede entenderlo muy fácilmente porque lo he vivido desde churre (niño) en que la familia y los amigos íbamos a las picanterías de Catacaos para rendir culto a la mejor cocina peruana y a tomar la Chicha y el Claro del Bajo Piura, también -y no es pura coincidencia- la mejor chicha de jora del Perú.
Una de las características de la comida de las picanterías es que se ha hecho desde sus orígenes utilizando los insumos locales y esos insumos nos son otra cosa que la riqueza natural de nuestro mar de aguas frías y calientes -y de la mezcla de ellas- considerado el más rico en el mundo en recursos marinos por su enorme biomasa. Nuestros 84 microclimas, del total de 104 que existen en el mundo, lo cual que le permite al Perú ser el territorio más rico en el mundo, biológicamente hablando.
La riqueza de la tierra dio esos insumos en forma silvestre pero en más de 5,000 años de cultura del hombre y mujer peruanos han sido cultivados y llevados a la categoría de productos agrarios y animales domesticados.
Hoy en Lima, en el mercado -nacional e internacional- vivimos un "descubrimiento", un "boom" de la riqueza de nuestra diversidad alimenticia. 500 años de racismo y desprecio por las culturas originarias y de los hombres y mujeres cultores y portadores de estos conocimientos ancestrales han hecho perder a la sociedad peruana no solo de siglos de no consumir y aprovechar estas variedades de alimentos y medicinas naturales, si no además, de no encontrarse con su verdadera identidad como país, la que se origina en estas tierras y no la que se pretendió importar y que inclusive aún hoy algunos desubicados y desadaptados siguen tratando de importar.
El 2001, realizé unos documentales para la Coordinadora de Ciencia y Tecnología en los Andes. CCTA acerca de las Ferias de Semillas que organizaba dentro de su proyecto In Situ. En ellos muestro parte de nuestra riqueza y cultura agraria y de algunos de esos hombres y mujeres conservacionistas de esta riqueza.
Feria de Semillas 1