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MANIFESTACIONES: TRES ÓPERAS DE CÁMARA

“Este evento comprende el estreno mundial de tres óperas de cámara que, a pesar de ser independientes, se unen especialmente para este concierto y abordan en una misma narrativa las diferentes manifestaciones del dolor humano, explorando filosóficamente la muerte, el amor y la fe.Los guiones, creados por los mismos compositores y basados en poemas de renombrados literatos nacionales, dotan a las obras de una profunda y delicada intimidad”.                                                                     (Presentación del programa)

Publicado: 2023-08-31


La música clásica contemporánea en el Perú no es precisamente la más popular, ni la medianamente escuchada en los medios y escenarios especializados de Lima y Trujillo, las ciudades de mayor representación, sin embargo, en el Conservatorio Nacional de Música, hoy Universidad Nacional de la Música, se ha formado una nueva generación brillante de compositores, intérpretes y ejecutantes que ya tienen estudios complementarios en el extranjero y hoy son también docentes de la universidad.

En estos claustros se ha creado un grupo de compositores que se presentan con el complejo nombre de SINAPSIS, seguramente porque comparten las neuronas de su locura musical y su interés por explorar nuestras tradiciones desde los oídos formados en la clásica occidental y la vivencia de lo contemporáneo. Es así que ya han experimentado acercarse a la impresionante música coral Yanesha, algo inédito en nuestro país. El Perú no es ajeno a estas tradiciones porque el Barroco es parte también de nuestra identidad y el canto lírico tiene representates históricos y actuales en la élite internacional y artistas universales como Ima Sumac y Moisés Vivanco.

Mark Contreras Wais, Alvaro Ocampo Grey y Diego Berrospi Gutierrez son los tres compositores de Sinapsis y junto con ellos hay un elenco de intérpretes como Luz Merlina Honorio, Gonzalo Herrán, Wilson Hidalgo, Madeleine Gutierrez, Ssuler Quintana, Ángela Sevilla y nada menos que la reconocida y experimentada Josefina Brivio así como la bailarina María Fernanda Valenzuela.

Completan el elenco la pianista Ana Osnayo y Leonardo Barreto, así como el actor y director de teatro Ernesto Ayala.

Igualmente los técnicos Efraín Gonzales (sonido) y Agustín Baltazar (subtítulos).

Esta pequeña compañía es la responsable de: 


MANIFESTACIONES:  TRES ÓPERAS DE CÁMARA.


1. CICLO. Relato operístico.

Escrita y musicalizada por Mark Contreras. Según Diego Berrospi “aborda desde una perspectiva satírica el ciclo de la vida misma partiendo de algunos mitos populares alrededor de esta, iniciando con la muerte, el duelo, el miedo, y el recordatorio de lo efímera y circular que es la vida”.

Ciclo es la más ambiciosa de las tres porque combina la música con el canto y la danza. El piano tiene una fuerte dosis de la dulce melancolía que hace recordar a Satie y tiene además la impronta compleja de sonidos fuertes que exigen a los intérpretes y a la bailarina la mayor expresión corporal para responder a ella. Tiene momentos muy intensos con aquello que pretende recordarnos de lo efímero y pasajero que es la vida.

Contreras exige a Luz Merlina Honorio al extremo con las notas más altas que puede dar y sorprende además con un volumen y un sostenido que demuestra por qué es una soprano que fue aceptada como alumna de Ernesto Palacio y Roberto Servile. Gonzalo Herrán es un tenor muy fino que explica por qué ha desarrollado carrera en la música sacra y barroca. María Fernanda Valenzuela tiene la presencia escénica de una bailarina clásica incorporada a la danza contemporánea. Está dotada de una personalidad que se siente ocupar todo el escenario a pesar del pequeño espacio en el que ejecuta sus movimientos. Es sumamente plástica y sabe componer con su cuerpo el breve espacio en el que está.


2. ISLAS ERRANTES. Ópera breve.

Nuevamente según Berrospi “La segunda ópera es con libreto y música de Álvaro Ocampo y explora el amor desde un punto de vista abstracto, desde la premisa que todos buscamos algo o alguien que nos encuentre también, y en el camino vamos errando, tratando, y quizás nunca hallemos a nadie... O tal vez, sí”.

La música en esta ópera cede espacio a la palabra, al trabajo actoral y tiene por momentos cierta violencia en tono. Es una música difícil de interpretar y de seguir, de muchos contrastes y variantes en el ritmo.

Islas Errantes entiendo es una metáfora de nosotros mismos como individuos y que no requiere de mayor explicación. El desencuentro del amor es patente y tanto Wilson Hidalgo como Madeleine Gutierrez, demuestran ser muy buenos actores, tanto él como tenor y ella como mezzo soprano. Madeleine tiene una voz con una tesitura muy destacada, es sin lugar a dudas además muy bella. Hidalgo es muy buen actor, recita con sobriedad, tiene presencia escénica y es un tenor dramático que permite destacar el texto.

Los textos son de alcance poético, pero no por ello necesariamente intimistas, son más bien de amores distantes, de soledad, no encontrados o difíciles.


3. CONSUMACIÓN. Drama musical de un solo acto.

Según el propio autor “ una representación más clásica de la ópera, basa su narrativa en la fe que es desafiada por la adversidad, en este caso la enfermedad, y de cómo finalmente todos somos un paralelo de Jesucristo en un eterno vía crucis, buscando redención”.

Berrospi ha compuesto una obra sumamente dramática, una tragedia en la tradición verdiana, donde la trama nos conduce avisadamente a la muerte en su expresión más trágica y en su versión más cristiana y redentora del dolor.

Su música es así mismo dramática, más incluso que el tono que la historia tiene, en todo caso acentúa al límite la sensibilidad, entre escalas que nos recuerdan los hondos graves del piano de Lucas King.

Magistral Josefina Brivio en su madurez como actriz dramática y la mezzosoprano que siempre hemos admirado. El muy joven Ssuler Quintana, apropiado para el rol de un tenor lírico y como actor para la creación de un personaje interiormente conflictuado con su historia personal y el devenir de su madre.


 LA COMPAÑÍA

Ángela Sevilla a pesar de ser mezzosoprano, realizó una narración verbal, actoral, muy sobria y adecuada. Hubiera sido interesante probar que en algunos momentos o en alguna obra narrara cantando para aprovechar su voz y darle a la obra una mayor característica de musical.

Tanto Ana Osnayo como Leonardo Barreto, son pianistas poco conocidos fuera del círculo académico y es una pena, porque ambos han afrontado retos dIfíciles con las piezas dramáticas de las tres óperas en su conjunto.

La Producción a cargo de Madeleine Gutierrez parece que ha tenido que afrontar un presupuesto mínimo que evidentemente no corresponde al nivel de la calidad del espectáculo, es lamentable y una pena. Sólo quien ha enfrentado en este país un proyecto cultural como este, ambicioso, original, renovador y único en su género, sabe de los retos y sacrificios que ha tenido que enfrentar, porque la cultura y más la académica no interesa, ni a los que tienen recursos pero carecen del necesario nivel cultural para entenderlo, ni de la sensibilidad para emocionarse y gozarlo, ni de la fortaleza de identidad con la cultura nacional. Por lo tanto carecen de la visión que puede proyectar comercialmente su marca auspiciando espectáculos de jerarquía.

Sólo es posible hacer un balance objetivo acerca de Manifestaciones como producción si partimos de la "franciscanía" de la misma y no exigimos lo que “debería haber sido” o se compara con espectáculos comerciales o con auspicios de grandes empresas y el apoyo -no necesariamente financiero- por parte del Estado, es decir del Ministerio de Cultura. Es muy importante reconocer el apoyo dado por el Centro Cultural de la UPCH brindándoles el auditorio y ese maravilloso piano de cola que permitió tener el sonido necesario que se aprovechó muy bien gracias a la estupenda acústica del auditorio.

Mucho es el mérito de Madeleine Gutierrez y el equipo con el que ha trabajado para haber puesto en escena este espectáculo de nueva ópera en una ciudad que ha olvidado mejores épocas en que la lírica era, a través de la zarzuela, los conciertos y la ópera misma una expresión musical reconocida por amplios sectores sociales.

Entendería que tanto la dirección artística como el vestuario han estado bajo su responsabilidad. Un detalle que quizás podría haber ayudado a darle más identidad a cada obra es que el vestuario debía tener una mayor diferencia para cada una de ellas. La ropa propia de cada actor podría haber sido quizás el vestuario que acercara a los personajes a identificarse con personas más reales y con el público.

Del trabajo de Dirección de Ernesto Ayala creo que es destacable y reconocible la creación de los personajes aunque creo que podría trabajarse un poco más los niveles dramáticos de algunos momentos de personajes como los de Gonzalo Herrán y Josefina Brivio.

Entiendo que el diseño de luces ha sido parte de su responsabilidad y aquí se ha tenido que enfrentar a la ausencia de una parrilla de luces en el escenario. El auditorio del Centro Cultural de la Universidad Peruana Cayetano Heredia no está preparado para las artes escénicas. Se hizo notorio especialmente en la danza de María Fernanda Valenzuela, el monólogo de Wilson Hidalgo, en los momentos de fe en Consumación y la narración de Ángela Sevilla, que carecieron de la iluminación adecuada, pero igualmente los contraluces se manejaron un tanto arbitrariamente haciendo perder el hilo de la obra.


PALABRAS FINALES

Manifestaciones: Tres Óperas de Cámara nos ha mostrado el gran talento, creatividad y solvencia que existe en la música académica de nuestro país y lo conectados que están los jóvenes artistas con el mundo globalizado contemporáneo y con nuestras raíces, nuestra identidad. 

Un reconocimiento especial a la Universidad Nacional de Música de donde son licenciados estos artistas.

Las tres óperas reflejan emocionalmente el extenso momento social que vive el Perú con los años de dolor por la muerte que nos acompaña en forma de tragedia, desde los aciagos años 80s hasta la actualidad. Entre la violencia social, las matanzas del Estado contra la población, la mortandad de la pandemia, también por responsabilidad del Estado y la sórdida complicidad del ajeno sector privado, también parte de nuestra sociedad.

Las tres óperas tienen un matiz contínuo y semejante, como variaciones de un mismo tema de fondo que es, como señalé, el del dolor humano, la oscuridad del ánimo y la fe como iluminación natural. Espero que SINAPSIS  nos siga dando obras con el ánimo de la Esperanza, con la representación de nuestra Diversidad Cultural y la recuperación de la            Comedia como género de la vieja ópera bufa, porque necesitamos reir juntos otra vez.


Escrito por

Jorge Delgado

Cineasta, Productor Cultural, aficionado a escribir. De Piura, como el piajeno. Autodidacta, lo sigo siendo. Amante del país.


Publicado en

El piajeno

Un espacio que busca contribuir a la reflexión y a la discusión de las ideas y prácticas que se dan en mi sociedad, la peruana.