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SENDERO SIN SALIDA

Publicado: 2017-09-16

La peor y más trágica versión del comunismo peruano, ortodoxo y tradicional, la ha protagonizado sin duda alguna el Partido Comunista del Perú - Sendero Luminoso. Dogmáticamente fiel al llamado Pensamiento Gonzalo, un paquete de frases y rincones comunes del tradicional comunismo de la III Internacional –principalmente maoísta- que se asumen como un aporte ideológico al marxismo-leninismo-maoísmo y que es seguido por su militancia con ribetes de mitomanía colectiva y fe religiosa.  

Populista, autoritario e inquisidor, apeló al terrorismo y al crimen selectivo como práctica principal de guerra y forma de lucha, contra el Estado, la sociedad y contra todos aquellos líderes populares y ciudadanos comunes –principalmente indígenas y campesinos- que no aceptaban, ni su ideología, ni su forma de hacer su “revolución”. Lejos de buscar convencer con las ideas apelaron a la imposición, el escarnio y a la muerte con el odio y desprecio a la vida de los demás que le inspira patológicamente “la lucha de clases”.

Su derrota militar y estratégica empezó en 1989 cuando las FFAA dejan los manuales de West Point -que los hizo actuar en Ayacucho como el US Army en Viet Nam- y cambian de estrategia, impulsada por el Gral. Alberto Arciniegas en las zonas cocaleras del Huallaga y dejan de ver a los campesinos e indígenas como enemigos y se alían a ellos armando a las Rondas que luchaban contra Sendero con ondas y escopetas “hechizas”. Les derrota también el movimiento popular urbano, el sindical, el barrial y el cultural, del que participan con héroes anónimos los partidos de la Izquierda Unida y parte del Apra, algunos organizados, otros dispersos sin dirección. María Elena Moyano, Presidenta de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador, ex militante del Partido Unificado Mariateguista y del Movimiento al Socialismo, fue también parte de los independientes de Izquierda Unida, además Teniente alcaldesa de VES, ella es un claro ejemplo de ello. El puntillazo lo puso el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), de la Dirección contra el Terrorismo (DIRCOTE), de la Policía de Investigaciones del Perú (PIP), al capturar a Guzmán y gran parte del Comité Central. La derrota se dio ya en los años de la dictadura civil-militar de Alberto Fujimori, por ello la usufructúa políticamente a pesar de que su opción fue la del terrorismo de estado a través del Grupo Colina manejado desde el SIN, controlado por su entonces socio, mentor y operador político-militar Vladimiro Montesinos (a) El Doctor.

Hoy el PCP-SL se ha convertido en un lastre para la sociedad peruana porque son incapaces de reconocer su equívoco histórico, sus limitaciones e incapacidades y lejos de ejercer la autocrítica pública se reafirman en la justeza y corrección de lo que denominan “guerra popular”. 

El análisis concreto de la realidad concreta”que realizó Lenin para dirigir la revolución rusa, Guzmán fue incapaz de hacerlo, como tampoco practicar aquello de su supuesto maestro Mao Zedong, quien sentenció: Aquel que no ha investigado no tiene derecho a hablar  y que, La verdad de un conocimiento o de una teoría no se determina por una apreciación subjetiva, sino por los resultados objetivos de la práctica social. El criterio de la verdad no puede ser otro sino la práctica social.  La verdad es que el Cachetón habló demasiado y por sus resultados objetivos, es un líder y pensador fracasado. 

Actualmente el PCP-SL empieza a manifestar públicamente su intrínseca y genética violencia cada vez más porque se encuentra atrapado en un callejón sin salida. La rigidez de su pensamiento guía y de la conducción de un ególatra, narcisista, intelectualmente mediocre como Guzmán, no le permite encontrar una vía de escape hacia una participación democrática dentro de la sociedad peruana –que sería su salvación política- porque el requisito fundamental para ello es la autocrítica pública: El Perdón.

El pedir perdón a los peruanos por ensangrentar nuestras familias, nuestras ciudades y las comunidades indígenas y campesinas más pobres. Según la CVR asesinó a 11,021 personas y fue el responsable de 1,543 desapariciones, lo que da una cantidad de 12,564 víctimas. Además, que el 46% fueron sus víctimas, es decir un máximo de 35.673 personas, incluyendo niños y madres embarazadas. Por hacernos perder más de 10 años sumidos en el terror, gastos millonarios y “justificar” la existencia de una oprobiosa dictadura que los debería derrotar. 

La militancia y cuadros intermedios deben reconocer que se equivocaron -su jefatura nunca lo hará- que fueron vilmente derrotados, humillados con la captura de su líder -quien cayó como un borrego- aquel que una vez se permitió declarar: Los comunistas siéndolo no tenemos miedo a nada; más, el Partido nos ha forjado en retar a la muerte y llevar la vida en la punta de los dedos para entregarla en el momento que la revolución nos lo demande.  Su cobarde entrega a la policía desmintió toda su hueca palabrería. 

Sendero ya no actúa con la dinamita pero hace poco más de un año, en mayo del 2016 celebró la vigencia de su “guerra popular” con estas consignas:  


¡Viva el Victorioso 36 Aniversario de la Pujante Guerra Popular en el Perú!

Nos basamos en el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento Gonzalo principalmente pensamiento Gonzalo, esto es en la ideología del proletariado expresión más alta de la humanidad única y verdadera, científica e invencible. 

El Partido Comunista del Perú eleva su saludo y sujeción incondicional, a nuestra Jefatura, el Presidente Gonzalo, Jefe del Partido y la revolución, el más grande marxista-leninista-maoísta viviente sobre la faz de la Tierra, centro de unificación partidaria y garantía de triunfo hasta el comunismo; a nuestra todopoderosa ideología, el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, principalmente el pensamiento Gonzalo. Con exultante optimismo celebramos el 36 Aniversario de nuestra victoriosa Guerra popular. Guerra popular en el Perú que como parte de la revolución proletaria mundial viene resolviendo problemas nuevos que la revolución demanda. Combatiendo implacablemente al revisionismo dentro y fuera de nuestras filas.


El PCP-SL como vemos sigue creyendo que  La violencia es una ley universal sin excepción alguna, y por lo tanto se aplica a todo como verdad absoluta. Nada menos dialéctico, menos hegueliano y menos marxista que este llamado pensamiento Gonzalo. Si hay sectores dentro de la organización que quieran participar en la política y en la vida gremial van a tener que romper y crear su propio partido.

El PCP-SL es también un lastre político para todas aquellas organizaciones y ciudadanos de izquierda que no han sido, ni son terroristas, pero que no han podido deslindar con toda nitidez de los pequeños grupos y algunos personajes dogmáticos, infantiles y ultraizquierdistas que con lenguajes similares a los del PCP-SL pululan entre ellos y son sus compañeros de ruta o alianzas electorales. Es por esto que como conjunto toda la izquierda son fácil presa de la crítica de la derecha y confunden al pueblo que confía en sus organizaciones, porque en sus filas existen cuadros de genuino compromiso con sus causas y luchas. Si bien los viejos partidos de izquierda muestran limitaciones para una auto transformación y adecuación a la escena contemporánea, es también gracias a ellos que la izquierda peruana existe como tal y tienen en su haber una historia de luchas valiosas que contar. Ese desarrollo que logró se perdió por sus propios errores y ataduras al pasado. Por el rol nefasto del PCP-SL que asesinó a cuadros populares y sindicales, creó el terror en las organizaciones y le facilitó a la dictadura fujimorista su represión y dispersión.

Los partidos y grupos de izquierda están hoy organizados para la lucha, la denuncia y las elecciones, pero no se preparan realmente para gobernar el Perú -ni siquiera un distrito- ni para tener una representación política de primer nivel. La juventud presente en estos partidos lejos de haber logrado cambiar las viejas estructuras estas los han “avejentado” y devenido en conservadores tradicionalistas, porque no hay más conservadurismo izquierdista que aquel que hoy se proclama “revolucionario”.

La lucha política e ideológica contra el PCP-SL en defensa de la Democracia la tienen que dar las organizaciones de las izquierdas y los líderes e intelectuales populares e indígenas, del campo y la ciudad porque son ellos quienes los encontrarán nuevamente en el movimiento estudiantil, social, cultural y sindical, así como en el barrial-electoral. Ellos son los únicos que les pueden derrotar. Pero para derrotarlo tendrán primero que destrabarse de algunos viejos y anacrónicos esquemas, prácticas y paradigmas. Tendrán que revisar sus conceptos acerca del Socialismo, la Democracia, la Revolución Proletaria y poner en agenda los valores de la Revolución Francesa que inspiraron nuestra independencia, en otras palabras, el Liberalismo Republicano. 

Podrían empezar cambiando ese lenguaje, cantos e iconografía de estéticas estalinistas y maoístas que los asemeja tanto al senderismo y que, sinceramente, ya es insoportablemente anacrónico.


Escrito por

Jorge Delgado

Cineasta, Productor Cultural, aficionado a escribir. De Piura, como el piajeno. Autodidacta, lo sigo siendo. Amante del país.


Publicado en

El piajeno

Un espacio que busca contribuir a la reflexión y a la discusión de las ideas y prácticas que se dan en mi sociedad, la peruana.